martes, 10 de julio de 2012

El dios de las pequeñas cosas


Los Buendía se ponen el sari

Las familias literarias, superpobladas y disfuncionales son un concepto globalizado. Sudamérica tiene unas cuantas. Europa, otras tantas. Si indagamos en  el material de cualquier biblioteca podemos encontrar una saga familiar en cada punto del planeta.

En el caso que ocupa a esta reseña nos adentramos en la India, para revisar este subgénero. Y es que esta antigua colonia británica, este sensitivo país milenario esconde en su sur literario las vicisitudes de dos gemelos heterocigóticos, Estha y Rahel. Dos hermanos que se ven sumergidos en la corriente vital de unos acontecimientos que cambiarán sus vidas para siempre. Un devenir ramificado en dos, originado por la colisión del macrouniverso del conflicto de castas con el microuniverso de un amor no lícito. Y, cómo no, la onda expansiva provocada será devastadora. Hasta el punto de traer consigo muertes, silencios, separaciones, venganzas y heridas que escuecen en estratos mucho más inferiores al de la piel.