sábado, 19 de julio de 2014

Maldito Summerthon...



Nueve puntos y una cláusula 

1. Si llevas un tiempo por aquí, deberías saber que mi ritmo de lectura es extremadamente lento detallista. Intentar formar parte de un maratón de lecturas con un tiempo límite es una locura.


2. La descabellada idea original y las reglas del juego proceden de la mente perturbada de este señor y de su cámara de torturas de la cual me considero asiduo.


3. La fecha límite para cumplir la lectura de los 19 libros es el 15 de septiembre de 2014.


4. Una de las cosas que más detesto del verano es que se derrita la tinta de las páginas y la arena en los cantos de mis libros y la dificultad de leer tumbado en la playa.


5. Lo cierto es que, como se verá más abajo, he aprovechado este maratón para darle brillo a mi lista de lecturas pendientes que me autopropuse al acabar 2013.


6. Iré actualizando este post en función de mi desastroso y bonito avance apocalíptico.


7. Soy el tartamudo y miope que en las pelis de desastres nadie apuesta por él. Sí, soy el tipo ese que lleva el gato a cuestas durante toda la película.


8. Aún no he aprendido a decir "me rindo" en japonés.


9. Esto es una batalla a muerte entre el tiempo que no tengo y los libros que me quitan el sueño.


CLÁUSULA: Aunque son 19 las categorías y, por tanto, 19 los libros, nuestro magnánimo señor nos permite solapar dichas categorías dentro de una misma lectura. Así que puede que sean menos (nunca más) los libros leídos para cumplir el reto.





Diecinueve libros y una fotografía


1. Leer una continuación: La voz de los muertos, Orson Scott Card  (Saga de Ender #2)
2. Leer un clásico: La señora Dalloway, Virginia Woolf
3. Leer un libro en otro idioma: Family life, Akhil Sharma
4. Leer un libro publicado este año: La estación del sol, Shintaro Ishihara
5. Leer un libro escogido al azar: El dador, Lois Lowry (modo elegido: Random.org)
6. Leer un ‘tocho’: La Casa de Hojas, Mark Z. Danielewski
7. Leer un libro de tus autores favoritos: Después del terremoto, Haruki Murakami
8. Leer un libro de relatos: 10 de Diciembre, George Saunders
9. Leer un libro azul: Ascensión, Tom Perrotta (portada azul con zapatos de hombre)
10. Hacer una relectura: El lenguaje perdido de las grúas, David Leavitt
11. Leer un libro de la biblioteca: Siempre hemos vivido en el castillo, Shirley Jackson
12. Leer una colaboración de varios autores: La tierra larga, Stephen Baxter y Terry Pratchett
13. Leer un libro relacionado con el verano: Verano, J. M. Coetzee
14. Leer un libro que haya sido premiado: El hombre en el castillo, Philip K. Dick (Premio Hugo 1963)
15. Leer un libro de un autor nacional: Intemperie, Jesús Carrasco
16. Leer un libro de ciencia-ficción: Matadero 5, Kurt Vonnegut
17. Leer un libro que lleve mucho tiempo en tu estantería: Cuando cae la noche, Michael Cunningham
18. Leer algo que no sea una novela: Saga Vol.2, Brian K. Vaughan y Fiona Staples
19. Leer un libro de la lista ’1001 libros que leer antes de morir’: Bajo la piel, Michel Faber (libro número 931)
FOTOGRAFÍA: Subir una foto con tu libro en la playa o en la piscina con el hashtag #summerthon ...


Será un verano extremo.


domingo, 13 de julio de 2014

La joven ahogada

Hasta que la novela de Kiernan no estuvo en la calle, ya avanzado un tiempo, no tuve conciencia de la existencia de ella. Luego, cuando vi la hermosa edición que Valdemar se había trabajado, así como la historia de la creación artística a través de la psicosis y la locura, no pude más que ir en su búsqueda. Ahora, tras haber acabado la novela, puedo decir que el viaje ha sido satisfactorio pero con considerables altibajos. La magia ha sido forzada en algunos recodos y quizás eso ha resentido mi lectura, pero es innegable el talento de la autora para crear ambientes, así como una prosa hipnótica. Hay sin duda mucho que sale a flote en esta novela sumergible.

Las musas saben dónde vives

Imp ha escuchado el canto de las sirenas y el aullido del lobo. La llamada de lo salvaje resuena en su cabeza a un volumen ensordecedor. Porque Imp es la última superviviente de una larga tradición de mujeres esquizofrénicas. Una bestia agazapada que anida en su mapa genético y que se manifiesta ante los estímulos más inesperados. Sobre todo si esos estímulos tienen una naturaleza sobrenatural. Y es que Imp está obsesionada con un cuadro, La joven ahogada, que una vez vio en un museo, y con todo lo que dicha imagen esconde. Que es mucho. La sombra de una sirena y la promesa de una muerte horrenda anidan en sus fibras. La llegada de dos criaturas transformadas en auténticas mujeres hará que la batalla se desencadene: en primer lugar, Abalyn; en segunda posición y por partida doble, Eva. Las tres piezas claves de este rompecabezas en el que la imagen formada tras su resolución dista mucho de ser complaciente y lógica.

La promesa de salir a flote o de hundirse para siempre en el misterio que carece de aire y presume de profundidad. Esta es la historia de dicha dualidad amenazante. El relato de cómo todo se distorsiona dentro de nosotros para otorgarnos nuevos roles, nuevos patrones de conducta y nuevas formas de mirar a aquello que ya nos ha vencido anteriormente.


miércoles, 2 de julio de 2014

IMM #13 – Junio 2014


Empiezo desde cero. O desde doce. O empiezo por la mitad. Los comienzos son atroces. Los puntos de partida nos destrozan en el sentido más homicida. Nada hay antes de que alguien comience a hacer algo. Parir bebés, sistemas y nuevas visiones es algo que te deja sin sangre. Lo que nunca se hizo no tiene referentes en nuestro cuerpo. Por eso tanteamos con los brazos extendidos hacia donde creemos que nos dirigimos. Y tartamudeamos. Y nos perdemos, claro. Qué ingenuos. Si todo saliera bien a la primera no habría tanto miedo. Alejarse por primera vez. Follar por primera vez. Incendiarse por primera vez. Luego perdemos la humildad, las membranas, los trenes de cercanías sin ningún tipo de alarma. Luego nos decimos que no fue para tanto. Pero en secreto nuestro cuerpo lo apunta todo. Como en primero de carrera. Nuestro cuerpo no quiere volver a pasar por algo parecido sin información. Sin saber qué pudo haber salido mal. Hace un año empecé estos IMM a pesar de que me parecían una tontería. Acumulación indeseable de libros bonitos. Todo pudo haber salido mal. Y yo, que ni celebro los aniversarios de mi blog, me veo aquí hablando con alegría de todas las palabras que he ido juntando. Mías y ajenas. Y, no sé, me hace gracia. Comenzar un año más. Mi cuerpo dice que está preparado. Mis ojos pueden soportar unas cuantas portadas más. Y mis dedos se han vuelto expertos en recorrer los lomos de los libros que siempre he necesitado aun sin saberlo. Ahí va. Empiezo desde cero, pero sin sangrar.