sábado, 3 de octubre de 2015

Teoría y práctica del amor

Desde que supe de la existencia de la novela de Scott Hutchins no pude dejar de pensar en ella. Todo el potencial de la inteligencia artificial dentro de los confines de esa ciencia ficción sutil y elusiva propia de los autores que no frecuentan el género. San Francisco de fondo y un declive sentimental fueron los dos elementos que me hicieron decidirme. Lo cierto es que todo vibraba con una intensidad mayor de la esperada debido a la referencia directa en mi cabeza a Her, mi alma gemela cinematográfica. ¿Podría ser Teoría y práctica del amor una prolongación literaria de la película que me quitó el sueño durante todo el pasado año? Admito que es algo terrible, eso de volcar aquello que se ha acabado y que no somos capaces de dejar ir en un nuevo formato para otorgarle una segunda vida. Para otorgarnos una segunda oportunidad. Es terrible e inmaduro. Y toda la novela de Hutchins trata justo eso. Por lo que mi incapacidad para cerrar capítulos se convirtió en metaficción gracias a un divorciado, un ordenador y un padre ausente.