jueves, 31 de marzo de 2016

La reina de las nieves

He pasado todo el invierno enterrado en mantas. Me he ocultado del mundo de manera consciente. Quería pasar todos los meses fríos olvidando todo aquello que sucedía más allá de mi ventana. Y lo he conseguido. He leído más despacio de lo normal y he bebido más café del necesario. No sabía que los humanos pudiésemos hibernar de manera tan eficiente. Pero ha llegado la primavera. Y Michael Cunningham, con una novela que te da un toque de aviso para dejar ir o para comenzar.

Sí, ha tenido que llegar La reina de las nieves para que entendiese que el tiempo de las cerraduras había llegado a su fin. Ahora bostezo y escribo sobre gente perdida que se busca entre las calles de Bushwick. Aireo el nórdico en el balcón como si fuese un futón y recomiendo encarecidamente sin levantar la voz la última novela del ganador del Pulitzer por Las horas.